¿Cuando nos conocimos?

Dentro de los millones de cosas que no me explico y que siempre que trato de buscarle una respuesta solo me encuentro con más preguntas que me hacen llegar a la fascinación, existe en mí una extraña atracción e idolatría por algo, que si bien es cierto, solo tiene, por ahora, cabida en mi imaginación, no puedo dejar de disfrutar y amar.


Hablo de un lugar al que siempre que lo mencionan a mi mente llegan montones de imágenes que me hacen llegar a sentir una alegría enorme, confieso que no siempre son cosas buenas y en los últimos tiempos creo que escucho más cosas malas que buenas pero mi encanto no decrece en lo más mínimo.

Si algo siempre me ha ayudado, para bien y para mal, es mi imaginación, solo es cuestión de cerrar los ojos para trasladarme a una silla, en la que estoy sentada, con una sonrisa dibujada en mi rostro que hace evidente mi enorme alegría de estar ahí.

Puedo sentir una alegría y paz enorme que no podría explicar, mis cinco sentidos se despiertan y en mis brazos puedo sentir el aire que me acaricia, puedo escuchar a gente a mi alrededor, aun sin saber que es lo que dicen puedo percibir gozo en ellos.

Siento una brisa que me refresca y a mis oídos llega el ruido indescriptible de un vigilante silencioso que admira, apapacha, provee y castiga a los que nos acercamos.

Mis ojos están cerrados pero no es necesario abrirlos para poder ver el paraíso en el que me encuentro, todos mis sentidos me dan esas señales que solo me hacen sonreír y suspirar.

Siento mi cuerpo placidamente sentado en una cómoda silla, debajo de un improvisado cubre sol que hace aun mas agradable mi estancia, puedo sentir mis pies descalzos acariciados por una suave alfombra llena de nobleza que igual puede transformarse en las mas espectaculares obras de arte que un artista puede crear con ella, hasta la incomodidad que representa para muchos que hacen de ella su cómplice.

Mis brazos descansan con las palmas hacia arriba, recibiendo todo lo que la naturaleza me provee, me es increíble saberme parte de algo tan espectacular que solo Dios podría crear.

Aun cuando mi egoísmo puede pasear un poco, es inevitable que todos deseemos ser parte de tan espectacular paisaje, mis ojos no se abren, en verdad disfruto poder dejar que mis otros sentidos me hagan descubrir lo que me rodea, mis oídos me hablan de una majestad en movimiento, jugando con todos los que estamos postrados a sus pies, me susurra las voces de los vecinos pero me deja clara la maravilla de The Blood of Cu Chulainn.

Mi nariz me alerta de un olor a frescura que con ayuda de mis suspiros invito a invadirme por dentro, deseando parte de mi alrededor me acompañe siempre, lleno mis espacios de todo lo que me rodea para cuando no sea posible estar ahí, acudir a ellos en mis momentos de duda y nostalgia.

Todos los ritmos se disfrutan, todos los sabores se degustan con placer.

Que le da ese lugar a sus hijos, que magia existe para que todos los que tienen la bendición de haber nacido ahí logren contagiar y llenar de alegría a los que somos ajenos.

Muchos de esos hijos han llegado hasta mi, destino, coincidencia, como quiera llamarlo, siempre me acompañan y me han hecho sentir parte de ellos, talvez porque dentro de mi algo me une, ¿Qué será?, no lo se.

Mis sentidos están abrumados y me quiero quedar aquí, así lo haré, pero para mi regreso me encantaría tener tu respuesta…….¿Sabes de que te estoy hablando?

2 comentarios:

  1. Uhmmm, pues al principio creí que la oficina te había vuelto loca, y al final lo comprobé!!!

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  2. En serio, pareciera que tu trabajo te da alegría, que lo disfrutas, y si es así, enhorabuena!!

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