Creo que pocas veces me he sentido como me siento ahora de confundida, de enojada, de triste, de decepcionada de mi, de molesta, tan llena de preguntas.
Puedo darme cuenta de algo, me he dado permiso de muchas cosas, eso no es tan malo, si talvez los resultados no han sido los que mis expectativas me vendieron, si me puedo dar cuenta de que el aprendizaje es mucho, cosa que mitiga mis corajes y enojos conmigo.
Hoy preguntaba ¿Por qué mi juez interno es tan cabrón conmigo? ¿Por qué dejo que me chingue tanto?, la respuesta fue “Es bueno que nuestro juez interno sea duro, eso nos hace humildes, sin embargo, el juicio duro debe ir acompañado de una sentencia justa, de un reconocimiento a lo bien hecho para que independientemente de nuestra pendejes, el animo no decaiga, es levantarse y tratar de nuevo, con la experiencia, con aprendizaje, sino aprendes, entonces no solo es pendejes, es necedad!”
Mi segunda pregunta fue ¿A que atribuyes la necesidad de querer figurar y fingir perfección?, la respuesta fue “Es inseguridad, debemos de partir del hecho de que nadie es perfecto, que cometemos errores, PERO que hacemos siempre lo mejor para que lo que hacemos tengo los menos errores”
He tratado de fingir que no tengo nada, que todo en estos días para mi ha sido alegría y diversión pero es más cabrón intentar eso a soltarme y decir PERDÓNAME.
Me confieso una mujer tan insegura y con tan poca fe en mi misma que cuando me dan esos arranques solo puedo hacer tonterías.
El tener conciencia de esas cosas me duele mas porque se que bien lo pude haber evitado, siempre los precios que he pagado son grandes, pero ahora me duele mucho lo que mi miedo me hace, lo que mi ego me hace, lo que me estoy haciendo.
Me tiene el corazón hecho pedazos no escuchar tu voz, no deleitarme con tus pláticas, no reírme con tus chistes, no perderme en ti.
Quiero recuperar a mi pirata que me hace aprender de la vida, la mi pirata que me hace pensar, a mi pirata que me hace llorar cuando me pone el espejo, al pirata que me quiere por cabroncita, puerca y peluda, al pirata que me roba mis noches.
Quiero seguir gozándote.
¿Me lo permitirías?
Hola,
ResponderEliminarSabes quien soy, siento que te anime a escribir, y que no obtuviste los resultados deseados, creo.
Si acerté, lo lamento, sin embargo sé que tu creciste y la persona que a quien iba dirigida no. Habrá que aceptar que ya no siguen en la misma línea, que ha habido una división y que escogieron diferente, tal vez, tal vez más adelante vuelvan a unirse . . .
Hola :)
ResponderEliminarTiempo, Tiempo, Tiempo creo que una vez más la clave es "Paciencia".
Las enseñanzas son personales, lo que por ahora puedo recordarme es ....
“El Îmân consta de dos mitades, una es la paciencia y la otra es la gratitud”.
La paciencia es, en realidad, el autodominio, el control de sí, la capacidad que tiene el corazón de desobedecer la tendencia del ego a la comodidad, el derrotismo y la desesperación.
La gratitud, es una virtud extraordinaria ligada a la conciencia y el conocimiento.
Igual mi pirata solo llegó para recordarme eso.
Claro que me duele el corazón por el silencio, pero yo solo tengo cosas que agradecerle, aprendí mucho de él y mira .... Sigo Aprendiendo.