Es extraño que los fine de semana despierte antes de las 9 y más extraño es que me levante pero este fin era especial, así que me desperté desde las 6 para organizar mi salida y mientras alistaba todo prendí el televisor y grata sorpresa me he llevado al ver una de mis películas favoritas de toda la vida.
Creo mucho en que en gustos nada esta escrito, cuando unas cosas para mi pueden ser sublimes para otros en realidad son vomitables, con la película que vi el fin de semana puedo entender algo.
En realidad la película es de dos pesos jajaja pero no me gusta por lo profunda y con mensaje que es, ni por las actuaciones, o por los paisajes, o por la acción jajaja, muchas cosas me gustan por eso, pero creo identificar mi pasión por este tipo de películas en particular y es por la cantidad de recuerdos que traen a mi mente, en realidad la película es mala pero a mi me da mucha felicidad, la gozo de verdad porque recuerdo a mi padre y a mi abuelo, eso es lo que en realidad le da valor a “El hijo del Huracán Ramírez” jajajaja.
Si raza como lo leen amo las películas del año del caldo de luchadores salvando el mundo jajaja,
Tengo muy claro el inicio de mi pasión por el fútbol y creo que acabo de recordar el porque mi amor también por las luchas jajaja.
Era una clásica en mi casa los fines de semana sentarme con mi abuelo a ver esas películas, yo disfrute mucho a mi abuelo, en realidad era un hombre muy huraño, pocas veces lo vi reír, pocas veces lo escuche diciendo palabras que no fueran insultos a mi abuela, no recuerdo una caricia de él pero algo me hacia quedarme sentada a su lado esperando algo, ¿Qué?, no lo se, o talvez si pero el resultado me hizo sentir muy mal. Lo que en realidad esperaba era darle un beso a mi abuelo, recuerdo mucho que me decía “Pachorruda” jajaja, eso de tenerme como pulga pegada a él le incomodaba, pero lo amaba y amaba escucharlo contar sus historias de viejo.
Recuerdo mucho un ritual clásico jajaja él tenia un baúl café grande donde dentro tenia un montón de cosas con las que yo veía que se rasuraba jajaja, era cosa de abrir el baúl y sacar una jícara, una caja con muchas navajas, un pañuelo, cajitas con cremas y no se que tantas cosas, pero recuerdo mucho que yo me sentaba frente a él con las manos sosteniendo mi cara recargada en una silla mientras era testigo de cómo mi abuelo se ponía guapo.
Solo me decía “Pachorruda” ya va a empezar la película anda y dile a tu abuela que ponga el televisor jajaja mi abuela ponía el televisor y se metía en la cocina a preparar la comida, wow ya me dio hambre, nomás con recordar los olores llegan a mi, mmmm tortillas a mano, salsas de molcajete, frijoles de la olla, carne asada, agua de fruta natural, chale jajaja en veces quisiera que el tiempo no pasará jajaja.
Cuando terminaba de rasurarse guardaba minuciosamente cada cosa dentro del baúl y nos ibamos a sentar al comedor mientras comíamos y veíamos joyas como “El hijo del Huracán Ramírez” jajaja para después darle paso a las luchas de la Arena México en donde nos poníamos locos al ver a los hermanos Reyes, el Dandi, el Rayo de Jalisco, El perro Aguayo jajaja.
Creo que siempre he terminado haciendo lo que se me antoja, aun cuando los resultados no son los que espero jajaja recuerdo mucho las ganas que tenia de que mi abuelo me abrazara, o me diera un beso, o me dijera que me quería, creo que nunca paso jajaja, yo siempre le decía que lo quería pero pocos fueron los besos que le di y no porque no quisiera recuerdo mucho que una vez después de que se rasuro me pare feliz de la silla, como chiva loca corrí para donde estaba y lo abrace, le di un beso en el cachete recién rasurado y el resultado fue… cero palabras y una mirada, sus ojos grises hermosos de mi abuelo estaban llenos de lagrimas, se levanto, se metió a su cuarto y lo cerro.
Mi abuela solo me abrazo y me dijo ven vamos con tu mamá, creo que hace poco tiempo apenas le comente a mi madre lo que paso jajaja y ahora muchos años después entendí que era lo que pasaba.
El libro de nuestras vidas se escribe a cada segundo, el libro de mi abuelo lo leo cada que mi abuela, o mi madre, o mis tíos me platican su vida.
Adoro escuchar a la gente, disfruto mucho imaginando como ha sido su vida, ese beso que le di a mi abuelo y que lo hizo llorar es de los mas hermosos recuerdos que tengo, porque se que lo hice, no me quede con las ganas de besarlo, aun cuando me hubiera encantado que me respondiera de la misma forma o con un abrazo, las formas de expresarnos son diferentes, esas lagrimas fueron las primeras que vi de un hombre, creo que las últimas que he visto también fueron de él cuando murió mi padre.
A su forma nos demostró su amor y me queda mas claro que nunca que “El que la lleva la entiende”
Te amo abuelo enojón tu “Pachorruda” te extraña y no son “Pachotadas” jajajaja.
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