Alguna vez haz sentido la imperiosa necesidad de comerte un bote completo de helado, de tenerlo en frente, tener la cuchara, verte en un espejo, ver como la cuchara no deja de moverse al ritmo que la misma boca le indica.
Esa necesidad de estar comiendo y no parar, verte en el espejo y disfrutarlo, gozar cada cucharada, cada sensación que ese helado va dejando en tu boca, la sensación de saberte gozando del placer de su sabor, de su olor, de su consistencia.
Ver que no paras de comer y al mismo tiempo que gozas el comer todo el bote de helado, un miedo te llega y comienzas a pensar en que en cualquier momento ese bote de helado se va a terminar.
Ahora me puedo ver frente al espejo, sentada en un sillón, gozando mi momento, puedo ver mis piernas, mis brazos, mi cara, mi sonrisa, puedo ver mi pecho como se mueve al ritmo de mi respiración, puedo ver una cuchara en mi mano, puedo ver como el bote de helado esta listo para devorármelo, para gozarlo.
Estoy dando las primeras cucharadas y mi placer es indescriptible.
Puedo ver frente a mi como pasan los momentos mas felices de mi vida, me siento tan plena, tan gozosa de la vida y lo que pasa.
Haz llegado a formar parte de mis placeres más sublimes, gozarte es tan espectacular que no he podido encontrar las palabras para describir como me siento cuando tu energía logra tocarme.
Eres tan espectacular que cualquier cosa que pueda yo decir no expresaría la magnitud de mis emociones. Puedo ver en ti muchas de las cosas que siempre he deseado, talvez muchas ni siquiera las he experimentado, no lo se, es como si una luz llegará y pudiera ver con tal claridad mis mas profundos deseos y miedos, que no se que hacer, que decir, que pensar, como actuar.
Me apasiona tu vida, es tan diferente a la mía pero algo nos ha hecho coincidir, que será, no lo se.
En ocasiones me siento tan infantil contigo, que no se como actuar y ese miedo me ha llevado a no decir cosas, a no responder tus correos, me siento frágil contigo, pero a la vez no me da temor expresar esa parte de mi, que puede estar mal, pero que es parte de mi, es lo que me ha dejado mi caminar por esta vida.
Me da miedo y frustración el recordar que nada es para siempre y que no se si en un mes, un año, diez años, cincuenta años ya no estés a mi lado y deje de disfrutar de tu alegría, de tus conocimientos, de tu charla, de tus calenturas, de todo lo que tienes.
Se que es estúpido pero no lo puedo evitar y tengo momentos en los que así me siento.
No me da pena expresarlo, los motivos no los se, pero creo que pocas veces he hablado y me he mostrado como lo hago contigo, se que te vale madres, talvez eso me hace expresarte mis mas profundos piensos, porque de alguita manera quiero aprenderte eso, que me valgan madres muchas cosas.
Amo tus mensajes en las mañanas, amo cada palabra que dices, amo como me tratas, como le hablas, lo que me cuentas, lo que me enseñas, amo cada segundo que me haz compartido.
Quiero que me disculpes mis momentos infantiles, me haces muy feliz pero tampoco quiero soltarte esa estrella que me da felicidad haciéndote responsable de ella.
Busco en verdad despertar pero después de tantos años dormida es imposible no sentir miedo.
Gracias por acompañarme en este camino.
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