Haber trabajado por más de catorce años en un mismo lugar me
dejo grandes enseñanzas, no todo fue color de rosa, pero en honor a la verdad
fueron más las cosas buenas que viví que las experiencias malas o
desagradables.
Creo que en realidad al separarme de dicha empresa, gran
parte del dolor fue dejar mi sueldo de tres pesos con cuarenta centavos
jajajajaja ok no jajaja, fuera de broma la verdad es que me pudo dejar de ver
diario a varias de las personas con las que convivía días completos cinco días
a la semana.
Amigos queridos que me mostraron su cariño con muchos más
hechos que palabras, no digo que también conocí gente que fue mucho el bla,
bla, bla y pocas o cero acciones que mostraran lo dicho a boca llena.
En fin, también me tocó convivir con gente que salió antes
de que yo me fuera, pasar tantos años en una misma empresa me hizo ver pasar y
pasar y pasar y pasar gente, varios con los que hice amistades que a la fecha
siguen, otros con los que el tiempo que convivimos en la oficina fue increíble y
que por una u otra cosa ya no tenemos contacto, otros a los que a decir verdad
agradezco a Dios me los quitara de camino jajaja gente fea que no aporta nada y
que por el contrario, energéticamente son insoportables.
Ahora, con la magia de la tecnología he logrado contactar
con varias de esas personas que me mostraron un cariño que sólo puedo agradecer
correspondiendo con mi amistad y cariño.
No sé si lo dije o lo pensé, pero también en esas redes
sociales algunas personas “indeseables” me han localizado jajajaja a el creador
todo poderoso tenemos el botón de aceptar o no jajaja y sólo es cosa de hacer
uso del libre derecho a el.
En realidad son más las personas que me dieron y aportaron
mucho que las que no.
En Facebook me he encontrado con gente que tiene años, pero
en verdad años que no veo jajaja
En otros casos me ha permitido conocer gente del interior de
la república con quienes tuve contacto por teléfono por muchos años.
Fui muy bendecida con un empleo en el que mi contacto con
gente de toda la república era a diario, gente que desde Tijuana a Yucatán me
dejaron conocerlos más allá de una simple relación laboral.
A varios lo logré conocer en persona en una gran fiesta que
se organizó por 1999 o el 2000 jajaja ya ni me acuerdo jajaja a otros tuve el
placer de conocer cuando me fui de viaje a algunas ciudades del interior, a
otros ahora los conozco en foto gracias al FB, jajajaja en fin, muchas cosas
que tengo que agradecer a la empresa que por tantos años me patrocinó mis
chicles jajajaja
Mi momento de recordar todo lo anterior es porque, por
Facebook, me acabo de enterar de la muerte de un gran señor con el que tuve el
placer de convivir por varios años, trabaje con él de forma directa y me tocó
ayudarle a hacer muchos de sus trámites.
Creo que a todos nos pasa, en nuestro camino por la vida
vamos encontrando gente con la que nos va uniendo una relación de trabajo que
luego se vuelve una amistad y si se logra y ambos lo permitimos un cariño mutuo
que se vuelve una relación maravillosa.
Muchas veces es más lo que se convive con ellos que con la
misma familia.
Hace muchos años tuve el placer y la dicha de conocer a
Marco Antonio Flores Real, un licenciado que me dejó huella en mí.
Una de esas varias anécdotas que recuerdo con el Lic. Flores
fue ….
Recuerdo que mi jefe en turno me dio un privilegio que no
cualquier asistente tenía jajajaja mi propia oficina jajajaja si bien era
cierto, yo nunca he sido una moneda de oro, en ese momento ser una asistente
con oficina propia me hacía objeto de comentarios como los que una “Licenciada”
de cuyo nombre no me acuerdo jajajajajaja y que de su propia voz, en mi cara
escuche…. “¿Cómo es posible que alguien como yo, con una carrera, con un título
de Licenciada no tenga mi oficina y una gata como ella sí? Jajajajaja por si no
cacharon la gata era yo jajajajajaja
Recuerdo que al escuchar eso, bien abusada yo jajaja nada
dejada jajajaja y un tanto cuanto cabrona jajajaja me quede callada y no dije
ni pio L
jajajaja
Le di poder a sus palabras
y me dio un bajón muy cabrón.
Recuerdo que ese mismo día por la tarde el Lic. Marco
Antonio toco la puerta de mi oficina y me dijo ¿Puedo pasar? J ahora que recuerdo su
cara, su voz, sus palabras la piel se me pone de gallina y me dan muchas ganas
de llorar.
Entró a la oficina y me dijo, “Voy llegando de la junta y
veo que ya no estás en el lugar de siempre, pregunté y me dicen que ahora
tienes oficina, vengo a felicitarte por ello, la mereces y ahora tendrás tu
propio espacio, tu privacidad y podrás trabajar más cómoda, ponle tus colores,
tu música, me da mucho gusto por ti”
Detalles como ese recuerdo del gran Marco Flores, recuerdo
cuando se fue a trabajar a Guadalajara, varías plumas de mis amadas Chivas Rayadas
del Guadalajara me mando J
son de esos detalles que te hacen saberte valorada, querida.
Ahora lo recuerdo así, con una gran sonrisa en mi cara, con
admiración, cariño, respeto y deseando su viaje de regreso sea bueno.
Su ciclo terminó aquí, fui de las afortunadas de conocerlo y
siempre tendrá ese espacio en mi mente y corazón.
Buen viaje Lic. Marco, abrazo fuerte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario